Quiero comprar una buena casa

Quiero comprar una buena casa

“Quiero comprar una casa”.  Importante declaración y punto de partida de uno de los procesos más importantes en la vida de una persona.

A partir de este momento reflexionamos sobre el tipo de vivienda que nos gustaría comprar y sobre la forma en que llevaremos a cabo el proceso.  Seguro que junto otra serie de parámetros como son el tamaño, la ubicación, el presupuesto y el plazo, en algún momento, de forma más o menos explícita declaramos que nos gustaría que esa casa que vamos a comprar sea “una buena casa”.

¿Qué quiere decir que una casa sea una buena casa?  

Muchas cosas. A veces simplificamos la definición limitándonos a las características físicas de la propia vivienda como son la luminosidad, estado de conservación, distribución, altura del piso y el barrio.  Pero cuidado, una buena casa, debería ser mucho más. Debemos ser muy observadores con el portal de la vivienda y analizar cómo fue construido, estado de conservación, accesibilidad desde la calle y hacia las zonas comunes, propuestas de actualización, mantenimiento, seguridad etc.  Todo esto es importante, transmite distintas sensaciones a nosotros y a los que nos visitan.  Por no hablar de la valoración del inmueble. A una buena casa le corresponde un buen portal.

¿Y los vecinos?

¿Qué tipo de vecindad hay? La antigüedad del inmueble y la zona define mucho a sus inquilinos pero los años pasan y conviene analizar quienes son sus nuevos moradores.  ¿Son los compradores de origen? ¿Gente mayor o son ya otras generaciones los que viven en la actualidad?  ¿Predomina algún colectivo por proximidad a algún servicio como hospitales, universidades o aeropuerto? ¿Hay muchos pisos alquilados o muchos estudiantes? Todo esto afecta no solo al confort y convivencia sino al posible futuro uso de la vivienda como inversión. Una buena casa debería tener buenos vecinos.

¿Y el edificio?  

¿Cuándo se construyó? ¿El origen fue una iniciativa privada o una iniciativa pública?  ¿Cuál fue el año de construcción?  ¿Quién construyó y quien promovió la obra? Cada época ha tenido su arquitectura pero siempre hubo “edificios buenos” y “edificios malos”. El envejecimiento de un edificio depende mucho de cómo se hizo y quien lo erigió.  Investiguemos.  Una buena casa debe ser parte de un buen edificio.

¿Y la calle?

Incluso en calles cortas, hay manzanas y hasta números más valorados que otros.  Por su tranquilidad, por la proximidad a servicios, por el tipo de vecindad, por el comercio, por los establecimientos de ocio establecidos o por las últimas tendencias en la ciudad, una casa no tiene el mismo valor en todos los números de la calle.  Sin olvidar comprobar que ocurre en esa calle a distintas horas del día y distintos días de la semana. Una buena casa es la que se ubica en una buena zona de la calle.

Todo es importante para buscar una buena casa. Que no se te escapen pequeños grandes detalles que poco tienen de subjetivo y mucho de objetivo constatado. Si te falta tiempo, si no sabes por dónde empezar la investigación, si conoces poco la ciudad, no te preocupes, un buen profesional te ayudará a encontrar “una buena casa” y tendrá en cuenta todos estos factores.

¡Suerte con la búsqueda!

Si necesitas mi ayuda, hablamos sin compromiso.

 

 

 

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