26 Sep La casa de mis sueños
Soñar es gratis. Todos soñamos con una casa ideal, igual que soñamos con una pareja ideal, una familia ideal o un trabajo ideal. No está mal, soñemos para luchar por ese modelo anhelado.
El sueño debería ser un punto de partida, a partir del cual establezcamos preferencias y prioridades y definamos un plan donde incluir los medios, los plazos y sobre todo, el presupuesto.
Una casa ideal la definiremos con una ubicación preferente, una dimensión y unas características donde poder organizar las estancias que necesitamos con el tamaño deseado. El tipo de barrio, de finca y de calle serán importantes y querremos tenerlo en cuenta en el momento de la búsqueda. Igualmente decidiremos que nos gustaría una casa luminosa, con una altura superior a una determinada planta, quizás con algún balcón o terraza y que sea exterior pero no ruidosa.
A continuación, decidiremos cuales son los condicionantes técnicos de la vivienda, que debería tener o que debería conseguir después de la reforma. Si quiero calefacción individual radial con instalación de aire acondicionado por techo, no servirá cualquier comunidad ni cualquier piso, necesito altura de techos. Y si además quiero conseguir una determinada categoría de eficiencia energética y una instalación domótica de las distintas instalaciones, la reforma tendrá una partida importante para este apartado sobrepasando seguramente las medias establecidas por metro cuadrado.
Pero además de la vivienda, necesito una plaza de garaje amplia, un trastero grande, un acceso sin desnivel y por supuesto buen ascensor y conserje. Por pedir, me gustaría que los vecinos fueran tranquilos, edad media y no conflictivos. Ya tenemos nuestra casa y comunidad perfecta.
¿Soñamos o volamos al infinito? Si esto lo aplicamos a Madrid, nuestra casa ideal tendría estas características:
- Barrio Chamberí, Salamanca o Retiro.
- Buena finca en calle tranquila
- Piso exterior, luminoso a partir de un segundo
- Mínimo 120 m2 porque quiero 3 grandes habitaciones más salón.
- Techos altos, sin muros de carga y con balcones.
- Garaje y trastero en el edificio.
Hasta aquí todo perfecto, esa casa seguro que existe, la buscamos y la encontraremos.
Ahora, además de soñar seamos realistas con el presupuesto. ¿Cuánto costará esa casa? ¿Cuál es el presupuesto real de la reforma que quiero realizar? ¿Cuáles son los gastos de la compraventa?
Seguro que el cálculo se ha desviado un poco de lo previsto. Dejemos de soñar, seamos prácticos y moderemos los requisitos.
Soñar es gratis, pero conseguir el sueño puede estar fuera de nuestras posibilidades económicas. Ajustemos las necesidades y seguro que la casa que encontremos será muy similar a esa casa soñada.
¡Felices sueños!
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