26 Jun ¿Compro mi casa por su precio o por su valor?
Cuando buscamos una casa definimos algunos aspectos que son limitantes como son el barrio, el tamaño y el presupuesto. Si esta ecuación cuadra será una búsqueda realista y seguro encontraremos distintas viviendas que podremos visitar y analizar antes de tomar la decisión de compra.
Es decir, si encontramos una casa donde nos gusta su ubicación, su distribución y el precio coincide con el presupuesto que nos habíamos fijado, estamos hablado de una vivienda cuyo precio estará fijado por las condiciones del mercado en esa zona y será fácil tomar una decisión de compra. Si además podemos negociar un poco, perfecto, estoy comprando por debajo de precio de mercado y el valor que doy a esa casa es superior al precio final.
Pero si durante la búsqueda de la casa nos damos cuenta que las casas que nos gustan tienen unos precios superiores a nuestro presupuesto inicial debemos replantear el proceso. Seguramente el precio no está mal puesto, nos ha pasado en más de una casa encontrada. ¿Qué valor damos nosotros a esa casa?
El precio es un valor monetario que lo establece el mercado, el valor lo fijamos cada uno de nosotros en función del beneficio que nos aporte, y del grado de utilidad del bien según sus características o circunstancias. El valor depende de la capacidad para producir felicidad y, ¿no es la compra de una casa uno de los momentos de más felicidad en nuestras vidas?
Valoremos la casa entonces desde este punto de vista, del valor, del elemento psicológico, de nuestros deseos y de nuestras necesidades.
Demos valor a ese precio. La casa tiene el tamaño y distribución que busco, es luminosa, está en el barrio que me gusta, es buena casa y encaja plenamente con mi idea inicial. Es la vivienda que buscaba, cumple todos los requisitos y satisface mis expectativas. Adelante entonces con el precio.
Así sí que encontraremos la casa que estamos buscando. Adelante y suerte.
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