Por qué contratar un decorador / interiorista: 5 razones

Por qué contratar un decorador / interiorista: 5 razones

Después de darle muchas vueltas. De pensar, ¿qué será mejor? ¿estaremos haciendo bien? ¿podría hacerlo yo mismo/a?

La respuesta sale por si sola: La mejor forma de decorar un hogar es acudir a un interiorista. ¿Por qué? Muy sencillo, un decorador o interiorista es un profesional que tiene conocimientos multidisciplinarios con los cuales es capaz de darle mayor funcionalidad a un espacio y realizar el aspecto general de un hogar.

A los diseñadores de espacios se les encomienda un espacio determinado con unas características y de él/ella depende que se resuelvan los problemas que esa área plantee y que materiales necesita para una estética acorde a sus clientes.

 

¿Por qué contratar a un diseñador/interiorista?

 

A priori, estos dos conceptos pueden parecer sinónimos, y lo son, pero con ciertas diferencias entre ellos.

A día de hoy, se plantean dos perfiles distintos. Encontramos, primeramente, la figura del diseñador, el cual reconoce las necesidades de sus clientes y hace que su casa se adapte de una mejor forma gracias a vastos conocimientos de diseño y arquitectura. Interviene en suelos, paredes, ventanas y estructuras con el fin de mejorar la calidad de vida de sus futuros habitantes.

Por otro lado, el interiorista se centra más en la etapa final de la reforma. Viste los ambientes y les da personalidad. Básicamente, en aspectos más visuales de la vivienda como las texturas, paleta de colores, mobiliario y adornos diversos.

Una vez conocidas las claras diferencias, aunque también tareas complementarias de ambos perfiles, veamos las razones, más que evidentes, de por qué debemos acudir a uno o ambos profesionales si hemos decidido realizar una reforma en nuestro hogar.

  • El primero de los aspectos, y más primordial, es el conocimiento, unido al tiempo. Son dos conceptos, aunque complementarios, que vienen a referirse a que, si vamos a realizar una reforma de estas características en casa no solemos tener tiempo para realizar nosotros mismos las tareas propias de un diseñador e interiorista, además de no poseer los conocimientos óptimos para un trabajo de calidad.
  • Asesoramiento y gestión integral. El profesional estudia las necesidades del cliente y adapta estas peticiones al espacio que va a tratar para intentar sacar el máximo rendimiento posible. Además, conoce la materia con la que va a trabajar, y gestiona perfectamente los tiempos, materiales y soluciones con rapidez y fluidez.
  • Conoce el mercado. Tanto un interiorista como un decorador está al tanto de las novedades y tendencias en el mercado de su ámbito. Tanto es así que no dudará en realizar sugerencias si no controlamos del todo como queremos que quede estéticamente nuestra casa finalmente. Nos dará posibilidades y propuestas para que elijamos cual se adapta a nuestros gustos.
  • Controla el presupuesto. Un profesional se ajusta a una cantidad monetaria determinada. Al contrario que nos podría pasar si lo hacemos nosotros mismos, un diseñador e interiorista trabaja bajo un presupuesto del que no puede salirse y adapta su trabajo a ello.
  • Finalmente, un aspecto esencial para contratar a estos profesionales es la estética. Son expertos que saben combinar espacio, materiales y mobiliario de manera idónea para conseguir un resultado armonioso y perfecto. Añade valor a la vivienda y le distingue del resto.

Fuente: habitissimo

 

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